Los problemas urinarios no son la parte inevitable del envejecimiento

La salud de la vejiga y el cuidado del suelo pélvico son aspectos cruciales para mantener una
vida activa y saludable, aunque muchas veces son pasados por alto hasta que aparecen los
primeros síntomas. Sin embargo, es posible prevenir muchos problemas mediante hábitos
sencillos y cuidados diarios. En este artículo, exploraremos cómo cuidar la vejiga y fortalecer el
suelo pélvico para evitar complicaciones a largo plazo, tanto en hombres como en mujeres,
con el fin de mantener un control adecuado y disfrutar de una mejor calidad de vida.
Los especialistas de la Unidad de Salud Pélvica Muguerza-Franco de la Clínica Euskalduna
afirman que “es un tema del que la mayoría de la gente sabe muy poco, y muchas veces se
espera hasta que aparecen los primeros síntomas para actuar, pero es posible adelantarse a
estos problemas con medidas preventivas”.

Saber orinar

Uno de los hábitos más importantes es escuchar a tu cuerpo. Es completamente normal, y a
veces necesario, retener la orina durante un tiempo, pero hacerlo de manera frecuente o
durante períodos prolongados puede debilitar los músculos de la vejiga y aumentar el riesgo
de infecciones. Por ello, recomiendan orinar cada 3-4 horas.
Otro punto clave es la postura y el estado de relajación al orinar. Ya sea estando de pie o
sentado, es esencial permitir que los músculos se relajen por completo. Muchas personas
tienen el hábito de no relajarse del todo, lo que causa una tensión innecesaria en los músculos
y dificultar el vaciado completo de la vejiga.

Hablar sobre problemas urinarios puede ser embarazoso para muchos hombres, pero evitar
esta conversación podría tener consecuencias más graves. Según los especialistas, ciertos
problemas como incontinencia, flujo débil o esfuerzo al orinar pueden ser signos de una
próstata agrandada. Es importante no ignorar estos síntomas, ya que posponer la consulta con
un médico da lugar a complicaciones mayores y al desarrollo de condiciones más serias.

Fortalecer el suelo

En cuanto a las mujeres, subrayan la importancia de fortalecer el suelo pélvico, incluso si no se
experimentan síntomas significativos en el momento. Los ejercicios de Kegel son una manera
efectiva de mantener la fuerza muscular en esta área y si son insuficientes nada mejor que
recurrir a la ayuda de la Silla Emsella.

La higiene también juega un papel fundamental en la prevención de infecciones urinarias. Las
mujeres deben asegurarse de limpiarse de adelante hacia atrás después de una evacuación
intestinal para evitar que las bacterias del área anal se trasladen a la uretra, aumentando el
riesgo de infecciones.

Es crucial también entender los diferentes tipos de incontinencia que afectan a la salud de la
vejiga. La incontinencia de esfuerzo ocurre cuando acciones como toser, reír o estornudar
causan pequeñas fugas de orina debido a la debilidad del suelo pélvico. Por otro lado, la
incontinencia de urgencia se caracteriza por una necesidad repentina y fuerte de orinar, lo que
dificulta llegar al baño a tiempo. Cada tipo de incontinencia requiere un tratamiento diferente,
por lo que es recomendable consultar a un médico si se experimentan estos síntomas.

Hidratación y dieta equilibrada

La hidratación es otro aspecto importante que muchas veces se pasa por alto y ayuda a que los
sistemas del cuerpo funcionen correctamente, incluyendo el sistema urinario. Aunque se suele
recomendar beber ocho vasos de agua al día, esta cantidad puede variar según la actividad
física, la medicación o el clima. Reemplazar bebidas azucaradas o con cafeína por agua es una
buena práctica.

Además, se debe prestar atención a la dieta y evitar ciertos hábitos perjudiciales. El exceso de
cafeína, el consumo de alcohol y el tabaquismo son factores de riesgo que pueden afectar la
salud de la vejiga. La diabetes no controlada, la hipertensión y la obesidad también están
relacionadas con problemas urinarios, por lo que llevar un estilo de vida saludable es esencial
para mantener la vejiga en buen estado.

Higiene y Sexo

Practicar una buena higiene personal y utilizar ropa adecuada son medidas adicionales que
pueden ayudar a prevenir infecciones. Los especialistas recomiendan usar ropa limpia y
preferiblemente de algodón, ya que las telas ajustadas o sintéticas pueden atrapar la
humedad, creando un entorno propicio para el crecimiento de bacterias.

Otro consejo valioso es orinar después del sexo, ya que esto ayuda a eliminar cualquier
bacteria que pueda haber entrado en la uretra durante la actividad sexual. Tanto hombres
como mujeres deben adoptar este hábito para reducir el riesgo de infecciones urinarias.

Finalmente, es importante recordar que los problemas urinarios no son una parte inevitable
del envejecimiento. Aunque la vejiga puede volverse menos flexible con la edad y la próstata
puede agrandarse en los hombres, mantener buenos hábitos puede mejorar
significativamente la salud y el control de la vejiga. Los especialistas de Muguerza- Franco,
subrayan que, “al igual que cualquier otro músculo, la vejiga también puede mantenerse en
forma con un cuidado adecuado y ejercicios regulares”.