Hombre y mujer tristes sobre una cama

La detección temprana es esencial para prevenir complicaciones de nuestro suelo

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son un problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día se registran aproximadamente un millón de nuevas infecciones de transmisión sexual (ITS), lo que se traduce en más de 370 millones de casos anuales de las ITS más comunes, como la clamidia, la gonorrea, la sífilis y la tricomoniasis. Sin embargo, la comprensión de estas enfermedades y su impacto en la salud pélvica sigue siendo limitada debido a la persistencia de mitos y desinformación.

Impacto en la Salud Pélvica

Las ETS no tratadas pueden tener consecuencias devastadoras para la salud pélvica, especialmente en las mujeres. La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es una de las complicaciones más graves, afectando a más de 1 millón de mujeres en los EE. UU. cada año. La EIP puede causar cicatrices en las trompas de Falopio, lo que aumenta el riesgo de infertilidad y embarazos ectópicos, que son potencialmente mortales. Además, el dolor pélvico crónico es una consecuencia común de la EIP, lo que afecta la calidad de vida de muchas mujeres. La detección temprana y el tratamiento adecuado de las ETS son esenciales para prevenir estas complicaciones y proteger la salud pélvica.

Pero hablemos de esos mitos que tanto mal hacen a la población.

Si tuviese una ETS, lo sabría

Uno de los más perjudiciales es creer que las ETS siempre presentan síntomas visibles. La realidad es que muchas de estas infecciones son asintomáticas, lo que significa que una persona puede estar infectada sin mostrar signos evidentes. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., hasta el 70% de las mujeres y el 50% de los hombres con clamidia no presentan síntomas. La falta de síntomas no solo aumenta el riesgo de transmisión a otras personas, sino que también puede llevar a complicaciones graves, como la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), una afección que afecta a millones de mujeres y puede causar infertilidad, embarazo ectópico y dolor pélvico crónico.

Solo se contagia una ETS a través del sexo vaginal

Estas infecciones pueden transmitirse a través de cualquier tipo de actividad sexual, ya sea oral, anal o incluso mediante el contacto con fluidos sexuales o sangre infectada. El sexo anal sin protección, aumenta el riesgo de transmisión del VIH de 10 a 12 veces en comparación con el sexo vaginal, según la OMS. Asimismo, infecciones como la gonorrea pueden transmitirse a través del sexo oral, afectando la garganta y la boca. ¡.

El condón protege frente a todas las ETS

Aunque el condón es una herramienta esencial para prevenir la transmisión de ETS, no es infalible. Algunos patógenos pueden transmitirse a través de áreas no cubiertas por el preservativo o mediante lesiones en la piel. Por ejemplo, el virus del papiloma humano (VPH), que puede causar cáncer cervical, se transmite a través del contacto piel con piel en zonas no protegidas por el condón. Además, el preservativo puede romperse o deslizarse durante el acto sexual, lo que reduce su efectividad…

En posteriores posts seguiremos hablando de este tema pero si tienes dudas al respecto llama lo antes posible a la Unidad de Salud Pélvica Muguerza-Franco de la Clínica Euskalduna