Mujer jóven en una piscina junto a un flotador amarillo vista de espaldas

El riesgo de contraer una patología ginecológica en el periodo estival aumenta en un 50%

Con la llegada del verano, nuestra rutina experimenta diversos cambios como principalmente acudir a la playa o a la piscina frecuentemente, refrescarnos y tumbarnos relajadamente. Aun así, es imprescindible no olvidarnos de los problemas que puede causar esta época estival. Y es que justo en estos meses, el riesgo de contraer una patología ginecológica aumenta en un 50%.

En esta época del año el calor intensifica la sudoración y la humedad en la zona genital, propiciando un ambiente idóneo para el desarrollo bacteriano. Además, muchas personas tienen la costumbre de permanecer largos periodos de tiempo con trajes de baño húmedos aumentando así la oportunidad de proliferación de bacterias en el área pélvica.

Evitar la humedad

La clave para prevenir este tipo de problemas es principalmente no permanecer mucho tiempo con el bañador mojado puesto y sentarse siempre sobre una toalla o cualquier tejido que nos aísle del calor que desprende la arena de la playa o el propio suelo de la piscina. Y no olvidar lo importante que es el uso constante de protección solar ya que las zonas menos acostumbradas a la exposición solar pueden sufrir quemaduras y reacciones alérgicas al sol.

También, es importante mantener una higiene adecuada limpiando la zona íntima constantemente y cambiar frecuentemente el bañador por uno seco ya que la humedad favorece la proliferación de bacterias. Se deben seleccionar prendas transpirables ya que los materiales sintéticos favorecen la cistitis y no consumir el agua necesaria para una producción óptima de orina.

Deportes de impacto

A parte de esto, algunos deportes de impacto que implican saltos, como el atletismo, el tenis o la gimnasia, comprometen la funcionalidad del suelo pélvico. Hoy en día ya existe una alta incidencia de incontinencia urinaria en mujeres muy jóvenes dedicadas a este tipo de actividades física, debido al impacto de su práctica sobre el suelo pélvico y es un aspecto a tener en cuenta además de la alimentación.

Con respecto a la alimentación, dietas que proponen una alimentación rica en proteínas y escasas de fibra pueden provocar estreñimiento crónico dañando suelo pélvico debido al aumento repetido de la presión sobre el abdomen y al debilitamiento de las paredes del intestino.

Síntomas

Los síntomas más habituales de estos problemas son el enrojecimiento, picor, molestias con la micción y la irritación de la zona vaginal. En estos casos, es muy importante acudir al centro de salud más cercano y no utilizar productos, geles íntimos ni cremas antes de consultarlo comuna o un especialista ya que hay síntomas similares para varias afecciones y es importante

Además de poner en práctica estos consejos, puedes consultar cualquier duda que tengas en  Unidad de Salud Pélvica de Muguerza Franco, llamando al 94 410 62 86 o rellenando el formulario de contacto.