El suelo pélvico es una parte fundamental, pero a menudo descuidada del cuerpo humano, tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, los problemas relacionados con el suelo pélvico en los hombres pueden ser igualmente debilitantes y afectar significativamente la calidad de vida. En este artículo, exploraremos la importancia del cuidado del suelo pélvico masculino, los problemas principales que pueden surgir cuando está en mal estado, así como consejos y ejercicios para mantenerlo saludable.
¿Qué es y por qué es importante?
El suelo pélvico masculino se refiere a un grupo de músculos y tejidos que se encuentran en la parte inferior de la pelvis. Estos músculos son responsables de sostener los órganos pélvicos, como la vejiga, el recto y la próstata, en su lugar. Además, juegan un papel crucial en funciones como la micción, la defecación y la función sexual.
Cuando el suelo pélvico está debilitado o disfuncional, pueden surgir una serie de problemas que afectan la calidad de vida de un hombre. Estos problemas pueden incluir:
Incontinencia urinaria: La debilidad del suelo pélvico puede provocar pérdidas involuntarias de orina, especialmente al reír, toser, estornudar o levantar objetos pesados.
Disfunción eréctil: Un suelo pélvico débil puede afectar la capacidad de un hombre para lograr o mantener una erección satisfactoria.
Problemas de defecación: La dificultad para controlar los movimientos intestinales y la aparición de hemorroides pueden estar relacionados con un suelo pélvico disfuncional.
Dolor pélvico crónico: La tensión o debilidad en los músculos del suelo pélvico puede causar dolor crónico en la región pélvica.
Dada la importancia de estas funciones para la salud y el bienestar general, es crucial cuidar el suelo pélvico masculino para prevenir o tratar estos problemas.
Consejos para cuidar el suelo pélvico masculino:
Ejercicios de Kegel: Los ejercicios de Kegel son una forma efectiva de fortalecer los músculos del suelo pélvico. Consisten en contraer y relajar los músculos como si estuvieras intentando detener el flujo de orina. Realizar series de 10 a 15 repeticiones varias veces al día puede mejorar la fuerza y la función del suelo pélvico.
Mantener un peso saludable: El exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre los músculos del suelo pélvico, debilitándolos con el tiempo. Mantener un peso saludable mediante una dieta equilibrada y ejercicio regular puede ayudar a prevenir problemas relacionados con el suelo pélvico.
Evitar el estreñimiento: El estreñimiento crónico puede aumentar la presión en el suelo pélvico, contribuyendo a problemas como la incontinencia y el dolor pélvico. Consumir una dieta rica en fibra, beber suficiente agua y hacer ejercicio regularmente pueden ayudar a mantener la regularidad intestinal.
Postura adecuada: Mantener una postura adecuada al estar de pie, sentado o levantando objetos pesados puede reducir la presión sobre el suelo pélvico y prevenir problemas relacionados.
Evitar el tabaquismo: Fumar puede contribuir a problemas de suelo pélvico como la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil al afectar la circulación sanguínea y la salud general.
El área del periné o suelo pélvico está compuesta por una red de músculos y ligamentos que se sitúan en la parte inferior de la pelvis. Esta zona desempeña un papel crucial en el control de la vejiga y los intestinos, así como en el soporte de los órganos internos, como el recto, la vejiga, la uretra y el útero.
Para visualizarlo de manera más sencilla, podríamos comparar el suelo pélvico con los cimientos de una casa. Al igual que los cimientos proporcionan estabilidad y soporte para toda la estructura, el suelo pélvico asegura la integridad y el funcionamiento adecuado de los órganos pélvicos. Por otro lado, el diafragma se puede comparar con el techo de la casa, mientras que la musculatura abdominal y la columna vertebral serían las paredes que rodean y protegen toda la estructura. De esta manera, el suelo pélvico es esencial para mantener la salud y el equilibrio de todo el sistema.
Suelo pélvico del hombre
La disposición del suelo pélvico del hombre y la mujer es similar. La diferencia principal se debe a que la musculatura urogenital del hombre está unida. En cambio la de la mujer, se separa el aparato genital (vagina) del urinario (uretra), lo que las hace más susceptibles de padecer algún tipo de alteración.
Mantener un buen suelo pélvico
Con el transcurso del tiempo, los músculos y ligamentos que mantienen la salud del periné se debilitan gradualmente. A pesar de que este es el factor principal de riesgo, existen otros que pueden manifestarse en cualquier etapa de la vida, resultando en dificultades como pérdida de control de la vejiga (incontinencia urinaria, fecal o de gases), prolapso de órganos, problemas sexuales, cicatrices dolorosas, complicaciones en el parto, entre otros.
Es importante que realices regularmente ejercicios para mantener la fuerza y tono muscular. Antes de realizar cualquier esfuerzo, asegúrate de contraer los músculos del suelo pélvico o realizar un bloqueo del periné.
Evita retener la orina durante largos períodos. Debes orinar cada 2 o 3 horas; cuando estés orinando, no cortes el flujo de manera constante. Esto no es un ejercicio y puede ser perjudicial; asegúrate de beber al menos de 6 a 8 vasos de agua al día; limita el consumo de bebidas estimulantes como café, té, refrescos y alcohol; recuerda que fumar puede tener graves consecuencias para tu salud; presta atención a tu peso y evita la obesidad; incorpora una dieta rica en vegetales, hortalizas y frutas para prevenir el estreñimiento. Por último, adopta una postura adecuada al defecar. Con las rodillas por encima de la cadera, como en la siguiente foto:
Si precisas más información solicite una cita con la Unidad de Salud Pélvica de Muguerza Franco, llamando al 94 410 62 86 o rellenando el formulario de atención.