Colocar de manera errónea la espalda y la pelvis cuando defecamos favorece la pérdida de orina o prolapsos

Hacer de vientre parecía sencillo hasta que descubres que llevas toda la vida haciéndolo mal. Te estarás preguntando, ¿Cómo es posible? Sencillo, ir y sentarse en la trona no es lo que hay que hacer si quieres tener una buena actividad del periné. El propio retrete nos obliga a sentarnos y a colocar nuestro conducto anal en un ángulo de 90 grados, realizando mayor presión en el abdomen, por lo que se comprimen las vísceras pélvicas hacia abajo. De manera que el movimiento empuja al suelo pélvico y esto, realizado de forma continuada, hace que se vaya desfigurando y debilitando.

Forma correcta para defecar

Hay diferentes soluciones y posturas. Una posibilidad de resolver este problema sería realizar la evacuación de cuclillas, colocando la espalda y la pelvis alineadas. Se han realizado pruebas que atestiguan que las personas que lo hacen así tardan sólo 51 segundos.

Según afirman los especialistas de la Unidad de Salud Pélvica Muguerza- Franco, de la Clínica Euskalduna, cuanto menos tiempo se necesite para evacuar más saludable es y tal y la postura es fundamental.

“Hay más de 1.200 millones de personas en el mundo que se sientan en cuclillas en el baño y no tienen problemas de diverticulosis (aparición de bolsas en el colon) y ni de hemorroides».

Otra forma que igual resulta más sencilla, es haciendo uso de un pequeño banco. Te ves obligada a elevar las piernas e inclinar el pecho hacia el frente, creando un ángulo de 35 grados. En esta posición, teniendo las rodillas por encima de la cadera, no hace falta realizar tanta fuerza y los huesos se relajan, realizando la evacuación sin ningún esfuerzo.

De modo que la higiene postural, sobre todo a la hora de estar en el baño, es una prevención que disminuye las probabilidades de sufrir de pérdida de orina o de prolapso, además de ayudarnos a tener una buena actividad del suelo pélvico.

FUENTES: BBC, TENA MUJER, LA VANGUARDIA y THE OBJETIVE