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Los masajes perineales son fundamentales de cara al parto, para relajar y darle elasticidad el periné

Los problemas de suelo pélvico son muy frecuentes en las mujeres que ya han dado a luz. La parte inferior de la pelvis, con toda la musculatura encargada de recoger órganos como la vejiga y el útero, es unja de las zonas más resentidas durante el embarazo y sobre todo después del parto. Por eso, los expertos recomiendan darle una atención adecuada y, para ello,  aconsejan cuidar esta zona con el conocido masaje perineal.

¿Qué es el masaje perineal?

El masaje perineal es aquel que se realiza en la zona del perineo, es decir, el conjunto de músculos y ligamentos que sujetan y cierran la pelvis, recogiendo los órganos más importantes, como son la vejiga o el útero. Durante el parto, es una zona altamente expuesta que puede sufrir importantes lesiones y desgarros que, a la larga, ocasionan pérdidas de orina o la aparición de un dolor intenso a la hora de mantener relaciones sexuales.

Por esta razón, los masajes perineales son fundamentales de cara al parto, para relajar y darle elasticidad el periné. Con ello, favorecemos un parto más sencillo, mejoramos la dilatación y los posibles desgarros en el momento del parto, que son el mayor problema, puesto que un desgarro no controlado en los empujes pueden tener graves consecuencias para la región vaginal.

Beneficios del masaje perineal y como realizarlo

El masaje perineal tiene muchas ventajas para la mujer, pero si se realiza durante el embarazo o postparto, tiene además estos beneficios: Aumento de la elasticidad de los músculos del periné, menor riesgo de desgarro o episiotomía en el parto, favorece la circulación sanguínea y reduce la resistencia muscular y el dolor perineal en el postparto.

El masaje consiste en la realización de movimientos en la entrada de la vagina, con los propios dedos. Se deben realizar siempre con aceite de rosa de mosqueta o un lubricante con base oleosa, te puede enseñar un profesional a realizarlo en casa y no existe ningún riesgo para el bebé, estando recomendado salvo que exista contraindicación médica como una placenta previa o parto prematuro.

Con las manos previamente lavadas, en un lugar cómodo que te invite a relajarte, puedes realizarlo de la siguiente manera: Con los pulgares e índice lubricados, los introducimos en la vagina unos 2 cm, realizando una ligera presión hacia el ano hasta sentir un hormigueo, a continuación, balancea tus dedos de un lado a otro durante un par de minutos y, de nuevo, presiona hacia el ano y hacia fuera de manera repetida durante otro par de minutos.

Sin embargo, lo mejor es que acudas a un experto que te asesore en primer lugar. Es importante realizar este masaje siempre a partir de la semana 32 del embarazo, un par de veces por semana y durante unos 5 o 10 minutos.