Los malos hábitos y la práctica incorrecta de deportes de impacto pueden generar problemas en la edad adulta
Cuando hablamos de suelo pélvico, solemos pensar en las mujeres, especialmente durante el embarazo o el postparto y parece que se nos olvida que los hombres también tienen suelo pélvico y deben cuidarlo. Pero más importante aún es educar a nuestros hijos e hijas en el cuidado de la musculatura de la pelvis desde que son pequeños si no quieren tener problemas en el futuro. Especialmente si practican deporte de impacto en los que intervienen muchos saltos como en el baloncesto y el tenis y en menor medida algunas disciplinas de atletismo o futbol.
Los microtraumatismos de repetición que generan los saltos, o los aumentos de presión abdominal van distendiendo y debilitando la pelvis pudiendo provocar fugas urinarias. Estas últimas no solo afectan a los niños con enuresis nocturna sino que las sufren muchas chicas jóvenes como deportistas de élite, debido a la intensidad y frecuencia de sus entrenamientos.
Consejos para niños y niñas
- Luchar contra el estreñimiento y la obesidad ya que aumentan la incontinencia y los prolapsos.
- Una correcta hidratación y alimentación, en la que se incluya una buena cantidad de frutas y verduras y el consumo de pre y probiótcos.
- Evitar productos procesados y refrescos.
Si el intestino está lleno de heces tendrá menos movilidad, pesará más, deberá soportar más esfuerzo por nuestra parte a la hora de intentar evacuar y con el paso del tiempo se irá debilitando la musculatura del periné, llegando incluso a poder provocar incontinencia o molestias lumbares.
- Evitar aguantarnos las ganas de ir al baño o el ir sino tenemos aún la sensación de que debemos hacerlo ya que incluso favorece la aparición de infecciones. Pero tampoco hay que ir antes de notar la sensación, ya que con el paso del tiempo podría generar una vejiga hiperactiva
- No apretar cuando orinamos o defecamos. A veces lo hacemos para terminar antes, pero en el baño no debemos tener prisa. Además, al hacer esto, no favorecemos la relajación de los esfínteres, sino todo lo contrario.
Otra cosa que se suele hacer sin ser consciente es bloquear la respiración mientras empujamos. Aquí el diafragma y el contenido abdominal descienden y empujan las fuerzas hacia el periné, que recibe demasiada presión, sobre todo en la parte anterior que es más débil.
- Adoptar una buena postura a la hora de ir al WC .Nuestro cuerpo está preparado para defecar en posición de cuclillas. Como ya no hacemos esto, debemos ayudar a que el músculo puvo-rectal se relaje para permitir la salida de las heces. Aumentar la flexión de nuestras caderas con un banquito situado en el suelo, hará que se relaje y se facilite la evacuación.
Rutinas a adoptar desde la infancia:
Relacionadas con la orina
- Orinar nada más levantarse
- Ritmo urinario cada 3 horas (esto es algo aproximado, pero más o menos nuestra vejiga se llena y debería ser vaciada cada 3 horas). Esto quiere decir que una media de 6-7 micciones al día es lo normal.
- Orinar antes de irse a la cama
- En el caso de las niñas la limpieza siempre va a ser de delante a atrás para evitar arrastrar gérmenes del ano a la vagina.
Relacionados con la defecación
- Horario defecatorio. Intentar siempre poner al niño a la misma hora, generalmente después de la comida o cena, para aprovechar el reflejo gastro-cólico.
- No aguantarse las ganas de ir al WC (en la medida de lo posible lo ideal es ir al WC cuando hay ganas y no retrasarlas).
- Utilizar siempre una banqueta o taburete para apoyar los pies, de manera que las rodillas se sitúen mas altas que las caderas.
- No defecar en apnea (aguantando la respiración).
- Evitar pasar mucho tiempo en el baño con el móvil o la tablet para no prolongar en exceso el esfuerzo defecatorio.
- Hacer ejercicio físico y una dieta sana, sobre todo si se tiende al estreñimiento.