La prostatitis crónica, también conocida como el Síndrome de Dolor Pelviano Crónico (SDPC), es una inflamación de la glándula prostática que provoca síntomas como dolor pélvico, dificultad para orinar, micción frecuente, molestias durante las relaciones sexuales y dolor posteyaculación. Esta enfermedad reduce la calidad de vida del hombre generando ansiedad y depresión. Y, aunque puede surgir a partir de los 35 años, la mayoría de los casos se diagnostican a los 50, por lo que es recomendable visitar regularmente al urólogo sin importar la edad.
Origen
La inflamación de la glándula prostática se genera por dos razones: por una infección bacteriana (prostatitis bacteriana), y otra es por trastornos en el vaciado de la vejiga o el reflujo prostático (prostatitis abacteriana). Ambas se manifiestan como una inflamación en la próstata que produce dolor en la zona anal y perianal. Si el dolor se vuelve crónico, se diagnostica dolor pélvico crónico.
Cuando los dolores provocados por la prostatitis bacteriana se vuelven habituales durante mucho tiempo se considera prostatitis bacteriana aguda. Y cuando se cronifica siendo entonces un dolor continuo se diagnostica como prostatitis bacteriana crónica.
Tipo de prostatitis
Existen varios tipos de prostatitis crónica:
- Prostatitis crónica abacteriana
Se caracteriza por un dolor pélvico continuo sin signos de infección. - Prostatitis bacteriana crónica
Es una infección recurrente de la glándula prostática, que se une a una infección urinaria que afecta a la vejiga y la uretra. - Prostatitis bacteriana aguda
Es el tipo de prostatitis más común, es una infección bacteriana de la próstata que suele estar acompañada de síntomas repentinos y graves. - Prostatitis inflamatoria asintomática
Como su propio nombre indica, es una inflamación de la próstata sin síntomas.
Tanto la prostatitis bacteriana como la abacteriana provocan síntomas parecidos y por eso resulta difícil diagnosticar cada una. Para ello hace falta realizar diferentes pruebas como una ecografía prostática, electromiografías, presencia de puntos gatillo miofasciales pélvicos, análisis de PSA…
Tratamientos para el dolor pélvico crónico
Es una patología difícil de tratar y por eso es importante contactar con un urólogo con experiencia que sepa detectar de qué tipo de prostatitis se trata. Los pacientes que sufren esta enfermedad tienen recetados antibióticos, antiinflamatorios, alfabloqueantes, antidepresivos, tratamientos naturales y fitoterapia. Pero para aliviar el dolor es recomendable ir a terapia física especializada en musculatura pélvica, como fisioterapia, acupuntura, infiltración de Botox, ondas de choque, radiofrecuencia pulsada…
Si crees que sufres de esta dolencia llama al Grupo Muguerza-Franco Clínica Euskalduna a través del número 94 410 62 86.
