Mantenerla saludable es fundamental para una buena calidad de vida
A pesar de que la zona pélvica sea un área clave en nuestra salud, es una de las grandes olvidadas en las rutinas de cuidado de las mujeres, muchas, acostumbrándose a vivir con incontinencia, fibromas o endometriosis, entre otros males.
Según algunos expertos, este desconocimiento es fruto del tabú inculcado desde pequeños, el cual bloquea esta zona del cuerpo, especialmente en las mujeres, y advierte de la importancia de hablar de esto a una temprana edad.
Zona pélvica vs suelo pélvico
Por lo general, suele hablarse con mayor frecuencia del suelo pélvico más que de la zona pélvica. No obstante, mientras que el primero es un conjunto de músculos, la zona pélvica engloba todo: el sistema reproductor con el útero y los ovarios; el digestivo con los intestinos; unos sistemas muy complicados de eliminación tanto de la orina como de las heces; y el sexual, del placer.
La zona pélvica además, es importante desde el punto de vista mecánico ya que es allí donde termina la columna vertebral y comienzan los miembros inferiores. Cualquier afección en esta área puede provocar problemas de espalda, ciática, dolores durante las relaciones sexuales, estreñimiento o incontinencia, afectando directamente a la calidad de vida.
Beneficios en la salud
Contar con una zona pélvica saludable es importante ya que podemos evitar y/o paliar problemas como la incontinencia urinaria, fibromas o endometriosis. Además, en lo que respecta a las relaciones sexuales, éstas serán mucho más placenteras y satisfactorias ya que no habrá dolor en la penetración. Asimismo, la intensidad del orgasmo es mucho mayor cuando tenemos esta zona fortalecida.
Una buena salud pélvica, hará que tengamos reglas regulares sin muchos coágulos durante la menstruación e, incluso, nos ayudará a la hora de quedarnos embarazadas. A su vez, la salud en esta zona está muy ligada a la retención de líquido en las piernas o la celulitis lo cual puede deberse a una congestión pélvica.
Consejos para cuidarla
Llevar un estilo de vida saludable mejorará no solo esta área del cuerpo sino todo nuestro organismo por lo que debemos prestar atención a la alimentación y tener una vida activa, esto último importante para evitar la congestión pélvica, que es el foco de los trastornos.
Finalmente, junto a todo lo demás, es importante acudir regularme al ginecólogo y a otros especialistas ya que nadie mejor que los profesionales en la materia para valorar el estado de la zona y en caso de afección, ayudarnos a ponerle remedio.
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