Hay quien afirma perder peso en verano, pero la mayoría de las básculas indican lo contrario: malos hábitos a la hora de comer y el sustitutivo del gimnasio por la tumbona durante las vacaciones han hecho estragos. Por ello a partir de septiembre, mucha gente se plantea la vuelta al gimnasio para recuperarse de los excesos de los meses anteriores.
Sin embargo, es recomendable cuando se empieza un entrenamiento prestar mucha atención a nuestro suelo pélvico, ya que algunos ejercicios habituales pueden ser muy perjudiciales para esta parte de nuestro cuerpo tras unas semanas de relax total e inactividad.
Los especialistas de la Unidad de Suelo Pélvico de Clínica Euskalduna nos comentan que “al finalizar el verano es importante volver a hacer ejercicio de forma paulatina para evitar daños. Cuando regresamos al gimnasio, puntualizan, es importante evitar los ejercicios con saltos o de impacto como la cinta de correr o el aerobic, ya que van a ser perjudiciales para el suelo pélvico y en cambio, otros como los aparatos elípticos son más apropiados, especialmente para las mujeres”
Por ejemplo, los clásicos abdominales provocan un gran aumento de la presión dentro del abdomen y esta presión se dirige hacia nuestro suelo pélvico. El impacto es tan fuerte que puede debilitarlo y si ya hay problemas, agravarlo.
El desigual trabajo de una forma continuada puede provocar serios problemas en la salud de la mujer como dolor de espalda o incluso pérdidas de orina y prolapsos, por eso es importante recibir el consejo de un entrenador o consular la mejor forma de hacerlos.
Suelo pélvico deporte y dieta
Además, algunos deportes de impacto que implican saltos, como el atletismo, el tenis o la gimnasia, comprometen la funcionalidad del suelo pélvico. Hoy en día ya existe una alta incidencia de incontinencia urinaria en mujeres muy jóvenes dedicadas a este tipo de deportes, debido al impacto de su práctica sobre el suelo pélvico.
Con respecto a la alimentación, dietas que proponen una alimentación rica en proteínas y escasas de fibra pueden provocar estreñimiento crónico, uno de los factores que pueden dañar el suelo pélvico debido al aumento repetido de la presión sobre el abdomen y al debilitamiento de las paredes del intestino.
Por eso es necesario seguir una dieta sana y rica en fibra para que tengamos un ritmo intestinal adecuado. Así que ya sabes, pon en marcha estos consejos, asegúrate de hacer lo mejor para proteger tu suelo y si tienes dudas contacta con el equipo de Muguerza – Franco.